lunes, 13 de octubre de 2008

La mochila de sueños truncados

Pasan los años, pasan las situaciones, pasan los pensamientos, pasan las amistades, pasan presidentes, pasan gobernadores, pasan los hitos históricos, pasan los enojos, pero lo que no pasan, son las ilusiones de lograr cosas.
Dentro de nuestra vida de relación e interactividad van sucedió algunas situaciones que irán quedando en el tiempo, como algo descartable, esa es la actividad de la mayoría de la humanidad. Porque proyectamos un sin fin de cuestiones que consideramos que nos darán el empujón necesario para alimentar la fiera de nuestro interior y ambiciones personales, ellas se encuentra agazapada como cazador a punto de dar el primer disparo en temporada de caza .
A todo esto, también debemos agregarle que a medida que transcurre el tiempo, varios de aquellos sueños que antes nos empujaban empiezan a pesar, casi al igual que si lleváramos la mochila de Goliat colgando sobre nuestros hombros y castigando a nuestra espalada.
De esa manera, y con una cantidad de sueños sin lograr, para los cueles a veces tenemos más de la edad cronológica que se requiere para lograrlos, es así que, comienzas a darte cuenta que se ha pasado el cuarto de hora, dicen algunos.
Tal vez puedas hacer que la mochila de los sueños truncados que irás cosechando, porque no todo lo que uno sueña y piensa se puede conquistar a rajatabla a través de toda la vida, puedes logar que ella sea menos pesada, conseguirás esto aprovechando todas y cada una de tus oportunidades, tomando decisiones que luego no pesen más de la cuenta dentro de esa especie de” bolsa de los sueños”.
Los cierto es que, es inevitable fracasar o errar durante nuestras vidas, en algún aspecto sea este laboral, sentimental y demás, lo hacemos. No busques eliminar por completo los errores y tampoco el fracaso, no es la solución, porque a veces esta última suele estar en los lugares más impensados, menos debes temerles, los unos y los otros ayudan a crecer y a creer en ti mismo.
Lo que sí es seguro, es que deberás estar “bien despierto” para que esa “mochila de sueños truncados “, la cual deberás ir cargándola poco a poco, no rebalse de “sueños truncados”, en lo posible, llénala de buenos recuerdos y buenas intenciones, porque de todo lo otro, se encargará el que “juega a los dados con el universo”. Pero de tu mochila él no es dueño, tu sí.


Por Die (D) ese(S)

No hay comentarios:

Slide